NORITA CORTIÑAS / NORITA FÚTBOL CLUB - BOCA JUNIORS
Fotografias: Cecilia Rossi
Fotografias: Cecilia Rossi
Nora “Norita” Cortiñas (1930–2024) fue una figura fundamental de los derechos humanos en Argentina y cofundadora de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora. Su militancia comenzó en 1977, tras la desaparición de su hijo Gustavo durante la última dictadura cívico-militar. Desde entonces sostuvo una lucha incansable por memoria, verdad y justicia, acompañando también causas sociales, feministas y populares.
Hincha de Boca Juniors “desde el vientre”, Norita convivió con la diversidad futbolera en su propia familia: su hijo Gustavo y sus nietos, Damián y Lucía Cortiñas, fueron fanáticos de River Plate.
En 2017 nació el Norita Fútbol Club, un proyecto de fútbol feminista que articula deporte y militancia social, y que lleva su nombre en homenaje a sus valores y compromiso. En 2022 el club se constituyó como asociación civil, con Norita como presidenta honoraria, acompañando y respaldando el proyecto hasta el final.
Norita Fútbol Club
Casa de Norita
Boca Juniors
Museo de Bellas Artes Evita. Córdoba
Parque Rodó. Montevideo.
Casa de Norita
Montevideo
CANDELA NICOLOSI / CLUB ATLÉTICO TUCUMÁN
Fotografía: Matilde Terán
Me llamo Candela Nicolosi, tengo 55 años y nací en 1965. En 1978 y 1979 tenía 13 y 14 años, y atravesé uno de los peores momentos de la época militar. Por mi identidad sexual, que en ese entonces era tratada como una enfermedad, viví una represión muy dura. Siendo menor de edad sufrí detenciones en la Brigada de Investigaciones de Tucumán, donde nos alojaban con varones detenidos por otras causas y donde sufríamos situaciones de abuso por parte de detenidos y policías.
Fotografía: Matilde Terán
Me llamo Candela Nicolosi, tengo 55 años y nací en 1965. En 1978 y 1979 tenía 13 y 14 años, y atravesé uno de los peores momentos de la época militar. Por mi identidad sexual, que en ese entonces era tratada como una enfermedad, viví una represión muy dura. Siendo menor de edad sufrí detenciones en la Brigada de Investigaciones de Tucumán, donde nos alojaban con varones detenidos por otras causas y donde sufríamos situaciones de abuso por parte de detenidos y policías.
A los diecisiete años decidí irme a Buenos Aires pensando que sería distinto, pero no lo fue. La democracia, en sentido real, recién la sentí en 2012. Las mismas prácticas y las mismas estructuras que venían de la dictadura seguían vigentes. La represión continuaba: en Tucumán las detenciones podían durar horas o días; en Buenos Aires, hasta 21 días, únicamente por tener una identidad diferente.
Nací intersexual y fui registrada como varón. Con el tiempo pude cambiar mi identidad, y hoy me reconozco plenamente como mujer. En la agrupación también me considero una chica trans. Para todas nosotras fue difícil: tanto en dictadura como en democracia no tuvimos acceso a estudios, salud ni trabajo. En ese contexto, muchas no tuvimos otra opción que recurrir a la prostitución para sobrevivir y poder sostener nuestras necesidades básicas y ayudar a nuestras familias.
Hoy, las sobrevivientes trans de la última dictadura cívico-militar estamos reclamando que el Estado asuma una reparación histórica por todo lo vivido y por las oportunidades que nos fueron negadas. De quienes atravesamos ese período, queda viva aproximadamente el 30%. El otro 70% ya no está, por distintas causas, después de haber soportado violencia, persecuciones y encarcelamientos por ser quienes éramos.
Nuestra lucha es por seguir adelante, por no bajar los brazos y por vivir con la dignidad que siempre merecimos. No guardamos rencor, pero sí exigimos nuestros derechos.
Saludo atentamente a todas, a todos y a todes. Espero que mi testimonio sirva como referencia de una sobreviviente. Agradezco enormemente a las compañeras que debieron exiliarse y a toda la agrupación de sobrevivientes que hoy está dispersa por la Argentina.
